Es así como me siento. Mi fiel compañera durante muchos años, desde cuando la abogacía y la docencia eran mis pasiones, cuando al momento de hacer el boceto de unos argumentos o cuando tomaba apuntes de un libro para llevar nuevas ideas a mis alumnos en la cátedra, aquí está conmigo y lista para que mi mano la guíe en la escritura de signos que tratan de expresar las ideas que mi mente debe crear.
!Pero no brotan, mi mente está árida de ideas, más seca que un hueso en el Desierto de Samalayuca y todo por un error de cálculo!
En el mes de agosto ya había decidido: – septiembre lo voy a dedicar a la figura de Miguel Hidalgo – quería descubrir el velo de odalisca con el que los historiadores oficiales han pretendido cubrir la imagen de ese personaje, crucial para la historia de la Independencia de las Américas y así exhibir a un Hidalgo humano con sus virtudes, pasiones y defectos, por lo que decidí aprovechar la bondad editorialista del periódico «Vívelo Hoy» para escribir sobre hechos poco conocidos, de este personaje.
Planee el desarrollo de los temas: primero habría que descubrir a la nueva España, como un sistema social impregnado de injusticias que con el transcurrir de los siglos habían creado una sociedad profundamente resentida, esto me dio el material para una explicación a la violencia de las tropas comandadas por los insurgentes, tema que se describió en la segunda aportación; para descubrir la naturaleza humana de los líderes que iniciaron la independencia no pude dejar de relatar la huida, la degradación de Hidalgo como Comandante Supremo de las tropas y la detención que implicó el descubrimiento de la fortuna con que los insurgentes se trasladaban hacia el norte; los juicios eclesiástico y civil en contra de Hidalgo, así como la ejecución de la sentencia sería el corolario de este trabajo.
Fue bajo este planteamiento que me dediqué a escribir las cuatro columnas que, a mi parecer, me darían el tema para llenar, durante el mes de septiembre, los espacios que los martes me proporciona amablemente el periódico, para comunicarme con mis pocos pero muy apreciados lectores.
Con la conciencia tranquila que brota del deber cumplido envié mi última aportación a la editorial y empecé a plantear mi siguiente trabajo, pensaba: – viene del mes de octubre y para nosotros el hecho destacado es la llegada y estancia de los europeos en el Continente Americano, por consecuencia un buen tema pudiera ser la llegada de Colón al Caribe o posiblemente el mestizaje y las consecuencias de esto –
Sobre esas bases di una ojeada al calendario y cuál sería mi sorpresa que el mes de septiembre no tiene cuatro martes como había pensado, sino cinco y por tanto mi error de planeación me dejaba sin tema que tratar para el siguiente martes y es así que me encuentro ante ustedes con la pluma llena de tinta y mi mente seca de ideas.
Aunque pensándolo bien recuerdo que en mi blog un lector me compartió un comentario que da a reflexionar, escribió: “Líderes sanguinarios o No pero con una Valentía qué nos falta a muchos en ésta era con muchas reglas y leyes que como siempre los ricos y poderosos (políticos) No respetan y se las pasan por el arco del triunfo,…!!!”
Y hablando de valentía no puedo dejar de pensar en los millones de hispano/americanos que viven en los Estados Unidos y que han dado muestras de un coraje equiparable al de los lejanos héroes de la independencia, pues al igual que estos, muchos de aquellos arriesgaron su vida y su libertad para estar en donde ahora se encuentran.
Hace ya algunos años leí un libro de Jorge Ramos que dedicó a mis queridos amigos Benito Martínez y María Amparo Escandón, en el que relata cual es una de las principales mecánicas que han operado para la gran ola migratoria de latinos hacia Estados Unidos de los últimos treinta años y esto ha sucedido bajo el siguiente esquema:
Un pequeño empresario americano contrata a un hispano indocumentado y descubre que es una persona que se esfuerza por hacer bien su trabajo, cumple con sus horarios y es agradecido y al encontrarse ante la necesidad de contratar un nuevo trabajador, el empresario acude al hispano y le propone que le consiga un amigo o conocido para ocupar el puesto de trabajo.
El hispano dejó en su tierra amigos y parientes y decide invitarlos a que se le unan en “el norte” con un trabajo ya seguro, a lo que evidentemente acceden, pero está el problema de como cruzar la frontera, casi seguro necesitara pagar un “pollero” y demás gastos, lo que el trabajador seguramente hace ver a su patrón y me surge la pregunta ¿Cuantas veces este habrá respondido yo te presto el dinero para que se venga? No existen estadísticas sobre esto, pero cada uno de los lectores conoce la respuesta y puedo apostar que es una regla general.
Es así como millones de Hispanos han llegado a Estados Unidos y se han integrado a la economía de ese país, de tal forma que si el día de mañana todos se fueran, aquella sufriría un colapso, sin lugar a dudas.
Luego entonces los propios anglosajones han contribuido a la presencia de una gran fuerza de trabajo de origen latinoamericano en Estados Unidos y lo han hecho a plena consciencia de que eso era contra la ley, pero se ha vuelto una práctica tan constante que la ley se transforma en una ley injusta, obsoleta y contraria a la realidad social, que afecta no solo a aquellos que debieran ser deportados según los designios del racista Trump, sino también a aquellos empresarios norteamericanos que han encontrado en el trabajo hispano una ayuda insuperable para sus empresas.
Queda aún un grupo de hispanos, aquellos que con el paso de los años llegaron a formar su propia empresa y fortuna en Estados Unidos y todos aquellos que lograron “arreglar papeles” y que ahora tienen la capacidad de influir con su voto en las elecciones presidenciales del año entrante.
Surge la interrogante ¿estos Hispanos que hace años, al igual que los héroes de la independencia, arriesgaron su vida y su libertad, conservaran arrestos de aquel valor y acudirán a las urnas a luchar democráticamente por los hermanos que aún encuentran una estancia precaria en aquel país?