A todos nos cayó de perlas o como diría el presidente “como anillo al dedo”, acudir a la gasolinera y darnos cuenta que llenar el tanque del vehículo costaba cerca del 40% menos que hace un mes, pero así como el coronavirus a algunos les puede traer beneficios -desconozco cuales-, a otros les acarrea perjuicios pues la reducción en el precio de gasolina está afectando a nuestro país, esto debido a que el petróleo está sujeto al libre mercado y sus precios van a fluctuar de acuerdo a la oferta y demanda que de ese producto exista y México es terriblemente dependiente de la industria petrolera.
La pandemia del coronavirus ha reducido en forma considerable la demanda de los hidrocarburos, sobre todo en lo que respecta al consumo de gasolina, atento al aislamiento en que se encuentra la humanidad en estos momentos.
Así, los países productores de petróleo en el mundo continuaron con la producción previa a la pandemia y hubo un exceso de carburantes en el mercado, de esta forma, al aumentar la oferta y disminuir la demanda, los precios se redujeron, lo que hizo que el petróleo bajase su valor por barril, en más del 50%.
Ante esta perspectiva las compañías petroleras empezaron a sufrir pérdidas y la organización de países exportadores de petróleo (OPEP), propuso una reunión para acordar la disminución en la producción del petróleo y de esta forma lograr estabilizar oferta y demanda y, como consecuencia, los precios del hidrocarburo.
Uno de los países que producen más petróleo en el mundo es Estados Unidos y es por esto que el presidente de dicho país estuvo instando a sus homólogos de Arabia Saudita y Rusia para que promovieron la reducción de la producción del petróleo, pues esto beneficiaría a las empresas estadounidenses.
Pero creo que es pertinente aclarar que el presidente de Estados Unidos no tiene facultades para obligar a los productores de petróleo de su país a que realicen recortes en la producción, esto debido a que las empresas petroleras son privadas y la regla de libre mercado en los Estados Unidos, que ha sido un elemento esencial para el crecimiento de su economía desde su creación, impide la intervención oficial por lo que el gobierno de dicho país ningún poder tiene para dictar las políticas petroleras a las empresas.
Es bajo estas condiciones que este jueves 9 de abril, se llevó a cabo, la reunión de los países exportadores de petróleo, tanto los afiliados a la OPEP, como otros que no están pero que si tienen interés en lo que suceda con las políticas petroleras a nivel mundial, entre estos últimos México, que asistió en la persona de la Secretaría de energía Rocío Nahle.
Los países solicitaban una reducción del 23% en la producción a cada uno de los presentes, a México le correspondería una reducción aproximada de 400,000 barriles diarios, pero la representante de ese país se negó a llegar a un acuerdo e interrumpió la reunión en más de seis ocasiones pretextando la necesidad de hablar por teléfono con el presidente de su país.
La reunión tuvo que concluir debido a que la representante de México abandonó repentinamente las negociaciones y no se pudo concluir como estaba planeado.
Para sorpresa de todos,el día siguiente, en la plática mañanera el presidente mexicano, dió la noticia de que México llegó ya a un acuerdo: informó que se había estado participando en las negociaciones cuyo objeto era contribuir a la estabilización de los precios del petróleo y que en la reunión del día de ayer se sostuvieron en su postura porque ha costado mucho esfuerzo a México el aumentar la producción del petróleo.
Pero el presidente mexicano mencionó haber recibido una llamada del presidente de Estados Unidos Donald Trump y que gracias a ésta se acordó disminuir la producción del petróleo de México en 100 barriles diarios y que el país del norte contribuiría con la cuota que le correspondería a México con 250,000 barriles diarios más.
Pero como se mencionó, el presidente de Estados Unidos no puede tomar decisiones sobre la producción del petróleo por parte de las empresas privadas de su país y de ahí surge la pregunta de ¿cuáles fueron las bases para que el señor Trump se comprometiese de la forma que lo hizo? En realidad todo queda en la promesa de un lider que se ha caracterizado por no tener palabra en sus tratos.
De nueva cuenta, me asombra la ingerencia que el presidente de Estados Unidos tienes sobre el de México, recordemos nada más los 15,000 elementos de las fuerzas públicas que están destinadas a la frontera sur de México para impedir el paso de los migrantes centroamericanos, esto debido a las exigencias que en su momento vinieron del presidente estadounidense que así cumplió su promesa que México construiría un muro para evitar la migración.
Ahora, México, ha cambiado las directrices respecto a la reducción de la producción del petróleo, algo de vital importancia para su economía y todo gracias a una llamada del señor Trump.
A la postre parece ser que el “comes y te vas” de Fox queda pequeñito ante los que sucede con el líder de la 4ª T.
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